miércoles, 24 de octubre de 2012

Luis Cernuda

NO ES NADA, ES UN SUSPIRO




NO ES NADA, ES UN SUSPIRO


No es nada, es un suspiro,
Pero nunca sació nadie esa nada
Ni nadie supo nunca de qué alta roca nace.

Ni puedes tú saberlo, tú que eres
Nuestro afán, nuestro amor,
Nuestra angustia de hombres;
Palabra que creamos
En horas de dolor solitario.

Un suspiro no es nada,
Como tampoco es nada
El viento entre los chopos,
La bruma sobre el mar
O ese impulso que guía
Un cuerpo hacia otro cuerpo.

Nada mi fe, mi llama,
Ni este vivir oscuro que la lleva;
Su latido o su ardor
No son sino un suspiro,
Aire triste o risueño
Con el viento que escapa.

Sombra, si tú lo sabes, dime;
Deja el hondo fluir
Libre sobre su margen invisible,
Acuérdate del hombre que suspira
Antes de que la luz vele su muerte,
Vuelto él también latir de aire,
Suspiro entre tus manos poderosas.



LUIS CERNUDA

[En Invocaciones (1934-1935),
La realidad y el deseo, 1924-1962,
Fondo de Cultura Económica, México, 1996]

1 comentario:

  1. Hay muchas historias bajo el puente titánico de la metáfora, y también las hay desde lo sordo, esa afonía errante, que deambula por las silabas cantoras de este monumental héroe de la palabra.
    Uno de los padres de la generación del 27, y de una poética Sevillana pura, pragmática, libre de adjetivaciones ilusorias, pero prudente.
    Gran lector de Bécquer los románticos, genio en la trama hilvanada tras el verso, tácitamente una melancolía se apodera de ellos, pero eso los hace eternos.

    ResponderEliminar